¿TIENES ADICCIÓN POR LAS RELACIONES TÓXICAS?

No sólo la relación en sí misma, sino cada uno de sus miembros, acaba por intoxicarse y morir lentamente de manera emocional.

¿Qué es una relación tóxica?
- Una relación tóxica frecuentemente está caracterizada por modos de relación repetitivos y mutuamente destructivos en una pareja
- Los patrones de toxicidad suelen involucrar celos, agresividad, dominancia, manipulación, desesperación, egoísmo, o rechazo
- Sin embargo, una característica muy común involucra la ambivalencia de amor/odio o de períodos de mal trato con episodios inciertos e impredecibles de relativa paz y “amor”

¿Es siempre un miembro de la pareja el responsable de intoxicar la relación?
- Si bien es común que uno sea el maltratador o abusador evidente, es obvio que para que la relación funcione así tiene que haber una contraparte complementaria
- Una persona sana no tolera el abuso y normalmente abandona la relación después de que éste ocurre algunas veces.
- Las personas que no son sanas, usualmente racionalizan la conducta agresiva con frases como.
a. “Sí, olvidó mi cumpleaños... pero tenemos maravillosos fines de semana juntos”.
b. “Tiene mal carácter y suele explotar con groserías e insultos, pero en el fondo es buen padre...”
- El que alguien haga algo agradable por ti ¿le da el derecho de abusar de ti? La respuesta es no
- Aún así muy frecuentemente es lo que sucede en las relaciones tóxicas. Muchos de nosotros, con la autoestima muy dañada, permitimos que las personas abusen de nosotros porque en algún momento nos trataron “bien”

¿Por qué caemos en ellas y cómo nos provocan adicción?
En general podemos decir que hay dos grandes elementos.
1. Aprendizaje
- Al nacer venimos programados para obtener la mejor calidad de vida posible del mundo que percibimos
- Observamos y aprendemos las reglas de funcionamiento del mundo, generalmente de nuestros padres y/o figuras cercanas de apego
- Si el ambiente es inestable (padres amorosos mientras no lloro, pero agresivos o intolerantes si algo sale mal), aprendemos que cuando cuando las cosas van bien, inevitablemente después irán mal y que eso es el amor
- El aprendizaje es: “Quien me cuida y es bueno conmigo, tiene el derecho a lastimarme”

2. Refuerzo variable
Hay que hacer dos distinciones:
Refuerzo fijo: Mientras más haces de algo, más del resultado que te da obtienes. Las reglas son claras
a. Si X te da Y, entonces 2X te da 2Y
b. Limpias tu cuarto, vas a la fiesta. Limpias tu cuarto y lavas los trastes, además puedes regresar a las 2AM. Limpias tu cuarto, lavas los trastes y traes buenas calificaciones, además puedes llevarte el coche

Refuerzo variable: Te ofrece diferentes niveles de recompensa para comportamientos iguales. Las reglas son cambiantes.
a. Limpias tu cuarto; puede que vayas a la fiesta, pero puede que no y que te diga que eres un lambiscón convenenciero
b. Puede que saques malas calificaciones, pero aún así te compro un coche nuevo
- Es un fuerte detonante para conductas adictivas.
a. La recompensa no está vinculada al esfuerzo o la inversión.
b. Como en juegos de azar. Apuestas 10 y puedes perderlos, pero puedes ganarte 1000
- Como los momentos buenos son escasos, se vuelven valiosos; como son valiosos, se desean y como se desean, activan los circuitos de la adicción.

Adrenalina: Como no sabes cuando vas a ganar en la relación (porque no depende de lo que hagas, sino de unas reglas confusas), generas adrenalina, la que te estimula y te da cierta emoción y la sensación de que “la siguiente jugada debe ser la buena” y te surge el deseo de seguir jugando. Pero la adrenalina, como buen estimulante, es adictiva
Dopamina: Como en el juego, que estás esperando llevarte el jackpot o “la bolsa acumulada”, la dopamina te hace anticipar y desear ese gran premio de amor, aceptación y atención, que es lo que has estado deseando toda tu vida

¿Por qué algunas personas pueden identificar y abandonar estas relaciones?
La corteza pre-frontal (la parte pensante del cerebro) interviene matizando y modificando las conductas adictivas, que están en áreas más primitivas del cerebro, siempre que la serotonina esté presente.
- Sin serotonina, como durante los episodios de estrés, las conductas adictivas florecen

5 señales de que estás en una relación tóxica
1. Nada de lo que hagas está bien ni es suficiente
- Críticas y descalificaciones constantes

2. Nada de lo que para ti es importante, es importante para tu pareja
- Todo lo que haces con cosas sin importancia, tonterías o necedades. Te hacen sentir que tus problemas son tontos y que tú lo eres más por sufrir por ellos.

3. Prácticamente no disfrutas momentos de paz en tu relación
- Pero cuando los hay, son justo esos los que mantienen tu adicción

4. No puedes ser tú mismo cuando tu pareja está cerca
- No tienes libertad de expresar opiniones e ideas sin recibir críticas o burlas

5. No puedes crecer o cambiar
- No encuentras apoyo ni comprensión y sí dudas, malos augurios y desprecio

¿Cómo salimos de una relación tóxica?
Hay 3 componentes básicos:

1. Conciencia
- De que estás en una relación tóxica
- De que te acercas a ellas porque es lo que conoces y que es lo que tu cerebro espera que suceda
- Que es adictiva y que hay que tomar en serio lo que sucede

2. Aprendizaje
- De cómo es una relación sana
- De modos de relación con límites claros

3. Acción
- Llevar a la práctica lo aprendido para cambiar, no a la persona, sino la dinámica que se ha dado entre Ustedes; si es que eso es posible
- Buscar ayuda profesional si sientes que no puedes

Recuerda que una relación tóxica es como una relación amo/esclavo: No es el amo el que va a liberar al esclavo jamás, es el esclavo el que tiene que dejar ir a su amo.

Mario Guerra
Tanatólogo y terapeuta