Todo es para bien

Traducción de Silvana Partucci - silpartucci@gmail.com

La vida es una experiencia misteriosa y paradoxal, por eso, nos exige una comprensión que huye a los paradigmas usuales de la mente que nos han enseñado.

Aprendemos a pensar de modo lineal, aquello que vemos como malo nos parece siempre que nos ha sido traído como un castigo, una pena por algún error cometido en esta vida o en otra.

Pero, lo que conocemos como error es simplemente una manifestación de la inconsciencia, y, por lo tanto, de nada sirve cultivar la culpa o el arrepentimiento, visto que ninguno de esos sentimientos borrará lo que ya ocurrió.

La salida, entonces, es aprender a desprenderse del pasado y mirar los acontecimientos de una forma totalmente nueva, percibiendo aún en aquellos que nos parecen desafiantes, una oportunidad valiosa de aprendizaje y crecimiento.

El sufrimiento es, aunque parezca increíble, un gran maestro, mucho más que las facilidades y comodidades. Pues es a través de este que somos probados y llevados a superar nuestros propios limites.

Aunque doloroso, este proceso también es extremamente útil para que podamos descubrir el poder que reside en nosotros, o sea, la capacidad de superar obstáculos que nos parecían insuperables.

Quién ya atravesó tempestades, sabe exactamente de lo que se trata y tiene la total comprensión de que éstas no son palabras vacías. Entonces, la solución es entender, finalmente, que todo, absolutamente todo lo que la vida nos trae es para bien, para nuestro crecimiento y superación.

Relajarnos en esta comprensión nos liberta de la angustia y del sufrimiento de víctimas del destino. Al contrario, nos vuelve dispuestos para recibir las pruebas de corazón abierto, seguros de que saldremos vencedores al final.

Recuerda esto profundamente, será de gran ayuda para ti…con todo el sufrimiento, estás creando la posibilidad de algún éxtasis. Y el éxtasis seguirá enseguida. Pero si estás involucrado demasiado con el sufrimiento, puedes perderte.

"…Luego de cada sufrimiento, el estasis viene a tu puerta y golpea, pero tú te pierdes, porque el pasado es tan pesado… Continua en la memoria, te oscurece la mente y pierdes aquel momento atómico.
…Nada está mal, todo es bueno y para bien. Esto es lo que llamo de una actitud religiosa. Puedes no creer en Dios, no hay diferencia. Buda nunca creyó, Mahavira nunca creyó… pero ellos son religiosos. No hay necesidad de creer en la vida después de la muerte, no hay necesidad… y puedes ser religioso. No hay necesidad mismo de creer en un alma… y puedes ser religioso.
Entonces ¿qué es la religión? La religión es ésta confianza: todo es para bien. Esa confianza de que todo es para bien es una mente religiosa, es la religiosidad.
Si confías que todo es para bien, percibirás lo divino. Lo divino puede ser realizado a través de una cierta confianza. Aún la tempestad es el silencio, el mal es el bien, existe la muerte por el bien de la vida y el sufrimiento y la agonía son apenas situaciones en que el éxtasis puede suceder.
Mira a la vida de ésta forma y no estará lejos el momento en que el sufrimiento desaparecerá completamente, cuando el dolor va a desaparecer completamente, cuando la muerte desaparecerá completamente… para ti.
Porque aquel que piensa y sabe que la agonía es para el éxtasis no puede ser agonizante. Aquel que sabe y siente y percibe que el sufrimiento es para la felicidad no puede sufrir.
Es imposible. Ahora, él estará usando el propio sufrimiento para ser más feliz y estará usando el propio sufrimiento como un paso para el éxtasis. Habrá ido más allá de las garras del mundo. Fue más allá… dio un salto hacia fuera de la rueda del samsara".

OSHO. The New Alchemy