La magia existe, y si quieres manifestarla en tu vida sólo has de creer en ella.
Si eres una persona que únicamente se rige por el hemisferio izquierdo del cerebro, el cual es lógico y analítico, en tu vida no habrá cabida para la magia de la Vida, pues siempre esperarás que todo siga un orden basado en experiencias y circunstancias calculadas. A veces pensarás que ciertas 'casualidades' aparecerán en tu vida otorgándote distintas vivencias, pero no verás en ello nada aparte de algo fortuito.
Sin embargo, si le das uso al hemisferio cerebral derecho, el cual es el encargado de la creatividad, el arte, la intuición y los asuntos más 'extrasensoriales', comenzarás a tener una creencia basada en que aparte de lo que tú puedes ver, tocar y calcular mediante la lógica y el razonamiento, hay un mundo sutil que todo lo envuelve. Un plano espiritual, mágico, donde se desarrollan increíbles acontecimientos.
Aquello que llamamos casualidad es 'causalidad', y viene a significar que nosotros mismos, mediante nuestros pensamientos y actos, hacemos que ocurran ciertas experiencias. Aquello que haces no se queda únicamente en tu campo de acción, sino que se extiende mucho más allá de lo que piensas.
Cuando crees en ello y depositas tu fe y creencia en la magia de la Vida, en Dios, en la Conciencia Universal o como quieras llamarlo, y comienzas a actuar en concordancia con aquello que quieres atraer a tu vida, en los mundos sutiles la energía comienza a moverse y acoplarse para que ello ocurra, puesto que somos creadores con un potencial infinito. La 'chispa divina' está anclada en nuestro interior, y es nuestra conexión con el Gran Holograma que compone la Creación.
Se dice que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, y durante mucho tiempo se pensó que ésto era porque el Padre tiene aspecto humanoide. Sin embargo, la verdadera esencia de dicha sentencia es que al igual que Él crea, nosotros podemos hacerlo. Y mediante su poder y magnificencia, podemos obrar verdaderos milagros en nuestras vidas.
Ésto conlleva una gran responsabilidad, pues dentro de la manifestación en la que nos enfocamos nosotros somos totalmente responsables de ello. Ante todo, hemos de tener Conciencia sobre aquello que queremos, analizar si nuestros deseos son egoístas (preocuparnos sólo de nosotros mismos) o si dentro de nuestros 'planes' se encuentra, además, el beneficio común.
Podemos crear una realidad abundante, generosa y amorosa para todos
( me lo envio una amiga )
un beso y una linda sonrisa