Hombres, mujeres, niños y adultos, que ya sea por alguna enfermedad extrañísima o algún capricho de la naturaleza, causaron el temor, la felicidad o la intriga en muchas personas en todo el mundo
Lakshmi, la niña Diosa
Es una niña nacida en la India con nada menos que ocho extremidades.
Los elementos que rodeaban este particular nacimiento (un caso por cada 200 mil) eran realmente increíbles, y es que la niña no sólo habría nacido con ocho extremidades, cuatro brazos y cuatro piernas, tal como la imagen de la diosa Lakshmi (de allí su nombre), sino que además, nació el mismo día en que los lugareños rendían tributo a la citada diosa.
Por ello era fácil prever que tanto los padres de la niña como los lugareños comenzaron a tratarla como si fuera la reencarnación de la propia diosa Lakshmi en la Tierra.
Sin embargo, y a pesar de la resistencia de los padres en un inicio, la menor tuvo que ser llevada de emergencia al hospital para su tratamiento.
Los médicos diagnosticaron que la niña tenía una especie de gemelo parásito que compartía con la menor una misma espina dorsal. La operación que contó con la participación de cerca de 30 cirujanos de distintas especialidades, resultó ser a la larga, todo un éxito.
Actualmente la niña se halla restablecida aunque hay aún personas que acuden a ella para pedirle algún favor divino.
Dos niños con dos cabezas
Otros hechos de niños se efectuaron primero en Filipinas, y el otro, en Mozambique.
El primero de ellos ocurrió en Filipinas, nació una niña de dos cabezas y tres pies. Al parecer, la deformidad de la niña podría ser un deberse a causas meramente genéticas o tal vez a las medicinas tomadas durante la gestación.
El otro hecho, ocurrió en la capital de Mozambique en donde una mujer dio a luz a un bebé también con dos cabezas.
El niño presentaba dos cabezas una de las cuales estaba pegada a su abdomen. Según las versiones dadas por las agencias de noticias en esa ocasión, la cabeza “extra” también contaba con ojos, nariz, orejas y boca, aunque aseguraban, no funcionarían de manera normal.
El Hombre sin rostro
José Mestre, portugués de 53 años, quien desde los 16 años sufre de un extraño tumor denominado hemangioma, que es una especie de tumor que ataca principalmente a la piel de la cara y el cuero cabelludo.
Si bien es cierto, José Mestre asegura que todo empezó con una pequeña protuberancia en el labio, hoy José ha perdido prácticamente todo el rostro pues el tumor ha llegado a cubrirle completamente los ojos, labios y dientes.
Debido a que Mestre es un Testigo de Jehová, se negó en muchas oportunidades de someterse a una cirugía, debido a que su religión le prohíbe entre otras cosas, las transfusiones de sangre y de órganos, sin embargo, actualmente, médicos ingleses han presentado a Mestre una nueva técnica que podría sanarle su terrible mal sin traicionar su fe, esto gracias a las ondas de ultrasonido que serviría para coagular la sangre que se halla dentro del tumor.
El Hombre Árbol
Otro caso similar es la de Dede, el llamado “Hombre árbol”, originario de Indonesia, que ha mostrada una extraña enfermedad que invade con grandes verrugas (a manera de tronco de un árbol) por todo su cuerpo.
Según los médicos, Dede sufriría del virus del papiloma humano (VPH), un virus que a pesar de ser muy común y que por lo generar pequeñas verrugas en las personas que la sufren, el problema de Dede, y que lo convierte en un caso extraordinario (menos de uno entre un millón), es que presenta una deficiencia de su sistema inmunológico que ha provocado que este común virus llegue a las terribles proporciones que hoy presentan.
El hombre elefante
Huang Xuancai, es conocido como “el hombre elefante”, debido a un enorme tumor de 15 kilos que ha deformado por completo su rostro.
Esta enfermedad es conocida como neurofibromatosis, que consiste en un desorden genético que provoca el crecimiento de tumores en el tejido nervioso produciendo un desarrollo excesivo de tejidos en la piel y los huesos.
Lo preocupante es que tanto la hermana menos como la madre de Xuancai, también padecen de esta enfermedad con pequeñas marcas en la marca como en otras partes del cuerpo.