Relato

Mordisqueaba el boligrafo, mientras vacilaba en sus conclusiones con la mirada perdida en la pantalla del ordenador, y los nervios de su inexperiencia le dificultaban ocultar el temblor de sus manos. El sonido del reloj rompia el frio silencio de la consulta del médico, a la que detesto ir, y mas a esas horas de la tarde.

Mi doctor habia contratado una joven que venia de acabar sus estudios, mientras se iba de vacaciones; en circunstancias normales hubiese esperado, pero temia que las molestias que sufria; y que se iban agravando; fuese algo de verdadera urgencia, y que mas valia prevenir y hacer el esfuerzo de ir a verla que no enfrentarme a las posibles consecuencias.

Me miro a los ojos de forma dubitativa, y comenzo a formularme preguntas para tratar de encontrar el problema. Colaboré como buenamente pude, pues el dolor se hacia cada vez mas fuerte y sentia que no confiaba mucho en ella.

Se levanto de la silla mostrandome unos tacones clàsicos y unas piernas con un cierto tono muscular, y me animo a instalarme en la camilla para explorarme. Me ordeno que me quedase en boxer y que me acostara boca arriba; se puso los guantes y comenzo a palpar mi estomago buscando donde me dolia. Hacia muecas de concentracion mientras seguia buscando los sitios; sin mediar palabra.

Iba vestida con una bata blanca que me impedia ver lo que habia debajo, su cabello rubio y rizado caia sobre sus hombros, y unos vaqueros ajustados en los que mostraba unos muslos sugerentes y bien formados.

Siguio tocando mi abdomen sin encontrar el lugar exacto, subio hasta mis pectorales musculados y los masajeo suavemente, no sé si buscando molestias o para recrear sus manos, y acabo estimulando un punto que me produjo una fuerte y dolorosa ereccion.

Su mirada se torcio incomododa, la mia era una mueca de dolor. Se dio la vuelta avergonzada y me pidio que me levantase. Cosa que no fui capaz de hacer y asi se lo dije; al mismo tiempo le espeté si no tenia algun medicamento para calmarme ese dolor que me habia agravado. Reconozco que me estaba poniendo de los nervios y me pidio que me calmara y me relajase; y comenzo a masajearme por encima del boxer un poco a la desesperada pues no sabia muy bien que hacer.

Continuo con el masaje con mucha delicadeza; y viendo que me apretaba mucho, me lo quito dejandome completamente desnudo. De pronto el masaje fue volviéndose mas rapido hasta que comenzo a masturbarme, aun con los guantes puestos. Dado el esfuerzo, primero se remango la bata, hasta que prefirio quitarsela, dejando entrever una delantera enorme entallada en una camisa negra que la disimulaba y un culo tan apetitoso en esos vaqueros que no me pude resistir a acariciar.

Lejos de decir nada, subio la camilla para que pudiera acariciarla mejor y abrir su camisa; liberando dos tetas enormes y bien redondas. Lo que parecia ser una chica decente se convirtio en una diablilla que se avalanzo a chupàrmela en cuanto le acaricié el cuello; su lengua me producia un dolor tan agradable que no pude evitar correrme en su boca.

Tras haber descargado por fin el dolor se paso, y pude levantarme, preparandome para vestirme pero mientras lo hacia me cogio la polla y tiro al suelo sus vaqueros. Ahora me tocaba a mi pagarle la consulta.

que arte mas grande flynn.... no esperaba menos de ti que hacernos sonreír. Graciass y espero que leer mas cosas así por el foro