Dejar atrás las opiniones de los demás

Todos sabemos que los pájaros saben volar. Nacen programados para ello. No se dejan intimidar por otros, ni se lo piensan. Tan sólo hacen uso de sus posibilidades porque no saben ni pensar ni leer. Imagínese un pajarito en el bordo de una peña dispuesto a aprender a volar. Detrás de él se encuentran cien personas que le advierten de los peligros e intentan convencerle parque no lo haga porque temen que podría despeñarse. ¿Qué cree usted? ¿Qué hará el pajarito? Naturalmente, echará a volar. Primero porque no entiende lo que le dicen, y segundo porque siempre actuará según el principio vital siguiente a propio instinto.

Un ser humano, en cambio, se deja influenciar siempre por las opiniones de la gente que le rodean a pesar de poseer fuerzas interiores que le podrían llevar de éxito en éxito si se fijara en ellas en vez de guiarse por las demás personas. La conciencia de masa es la conciencia del miedo, y el miedo es la sustancia que produce los sufrimientos, las pérdidas, los accidentes, las enfermedades y otras cosas destructivas. Pero usted puede superar el miedo afirmando continuamente la verdad. Después de unos días o semanas, este miedo le abandonará porque es como un buitre que se va en busca de otra presa más fácil cuando ve que un animal aparentemente moribundo se recupera.

El miedo desaparece de la misma manera si impregnamos nuestro subconsciente con afirmaciones y sugestiones positivas mediante palabras e imágenes mentales. Y lo mejor de todo es el hecho de que este cambio se puede lograr en pocos días o pocas semanas aun en el caso de haber sido prisionero del miedo durante décadas. Cuánto poder tiene que haber detrás de todo esto para que pueda disolver en pocos días o unas pocas semanas malfunciones de este tipo que en muchos casos han existido años y años.

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