Probablemente hayas intentado muchas veces mejorar tu relación de pareja. Puede que sinceramente pusieras de tu parte para evitar discusiones o situaciones conflictivas, pero al poco tiempo, parece ser que lo avanzado se pierde, porque probablemente tu pareja parece no colocar el mismo esfuerzo en mejorar la situación, o porque tú caíste en algún comportamiento inadecuado. Como sea, este tipo de episodios desaniman a muchas personas y creen que en realidad las cosas no tienen remedio. Es cuando más peligro corre una relación de pareja, puesto que nuestro sentido del compromiso, se ve opacado por la frustración de ver que las cosas no se resuelven, a pesar del de trabajo y esfuerzo que hayamos puesto.
En este artículo me gustaría hablarte sobre la frustración en una relación de pareja y cómo podemos manejarla para fortalecer nuestro compromiso y perseverancia
La desilusión puede ser grande cuando creemos fracasar en nuestro intento por solucionar los conflictos de pareja, y tenemos la convicción de que hicimos lo que estaba a nuestro alcance. ¿Por qué se produce esta frustración? Este sentimiento aparece porque hemos centrado nuestras expectativas en “cómo” tienen que desenvolverse los acontecimientos, más que en el resultado final. Esto quiere decir, que no permitimos que las cosas fluyan, sino que intentamos forzar las situaciones para que se desarrollen como nosotros esperamos.
Por ejemplo, podemos lograr un cierto periodo de calma determinado en nuestra relación, luego de un tiempo de discusiones constantes. Puede que hayamos hecho un compromiso para terminar con los malos tratos, y respetamos sinceramente dicho acuerdo. Sin embargo, un buen día, nuestra pareja explota y el progreso que habíamos hecho se disuelve. Entonces pensamos que nuestra relación definitivamente está destinada al fracaso.
Estos tropiezos no son señal de que las cosas no tienen solución. Este sufrimiento es parte del crecimiento. No lo vemos en ese momento, porque estamos cegados por la frustración y el resentimiento. Cuando aprendimos a caminar siendo pequeños, probablemente tropezamos varias veces. Si no hubiéramos atravesado por ese proceso, entonces nunca aprenderíamos a caminar. Cada error que cometemos en realidad nos acerca al éxito.
¿Cuál es la solución para salir del estado de frustración y aumentar nuestra tolerancia? La clave está en cultivar la paciencia. Solo con paciencia podemos perseverar más allá de los vaivenes de la vida cotidiana. La paciencia nos da la perspectiva para entender que las cosas tienen que desarrollarse simplemente y que nuestra pareja no siempre va a comportarse como nosotros queremos que lo haga. Lo que sucederá es que con el tiempo, comprenderemos que nuestra relación se va haciendo más fuerte, no porque hayamos hecho algo específico, sino porque permitimos que los conflictos se conviertan en una suerte de “maestro”.
En resumen, puedes aumentar tu tolerancia a la frustración cuando surgen los conflictos de pareja, si centrar tu mente en objetivos claros, y no en las cosas que suceden diariamente. Quizás un día discutan por algún motivo, pero esa discusión no es la relación. Es un episodio que será superado. Cuando nos quedamos estancados en las situaciones, es cuando una relación comienza a morir.
Desarrolla la paciencia. La paciencia está muy relacionada con ceder ante las situaciones, lo que significa que permites que la relación fluya para que surjan las respuestas apropiadas más rápidamente. Mientras menos te resistas, menos frustración sentirás.
Por último, antes de actuar motivada o motivado por la ira, retírate un momento y hazte consciente de los pensamientos que están inundando tu mente. Esto permitirá que progresivamente tu mente se vaya calmando para que puedas reconciliarte con tu pareja y seguir trabajando por mejorar la relación.
Aumentar tu tolerancia a la frustración no significa “soportar” mas cosas negativas de tu pareja, sino que consiste en aprender a manejar de forma más efectiva este sentimiento.
Roberto Doussang
por gerundio Hoy a las 12:59
