Un ejemplo perfecto de atracción entre opuestos

Cuando yo digo “si”, y tu piensas que quizás “no”.
Cuando a mi se me ocurre una salida a un problema,
tú tienes un enfoque diferente.
Somos compatibles,
aunque a veces combustibles.
Podemos ser los mejores amigos
o los peores enemigos.
Podemos atendernos con perfecto cariño
y luego, aún sin pensarlo,
ser desconsiderados y hasta fríos.
Somos a la vez crueles y amorosos
y un millar de emociones combinadas.
Reaccionamos de modos diferentes
y cada uno vive a su manera.
Pero muy en el fondo
compartimos un amor muy especial
que nos mantendrá unidos
en todos los vaivenes y a través de todas
las situaciones locas y encontradas
en las que nos embarcamos.

Ben Daniels